Estamos comenzando el mes de enero del año 2011, muchos inician su tiempo de descanso y viajes turísticos, quizás aventuras que dejaran huellas en sus historias personales y familiares. En este mismo mes, pero de 1550, Pedro de Valdivia, el conquistador de Chile, emprende desde la ciudad de Santiago del Nuevo Extremo, su segunda expedición al sur. Esta vez mucho más equipada y dispuesta a establecer las primeras ciudades en la región.
Cuatro años antes, Pedro de Valdivia había explorado hasta el río Itata, mas allá no había pasado español alguno hasta entonces, mirando el horizonte del valle desde los primeros contrafuertes de la cordillera de la Costa , tal vez nunca pensó que esa enorme extensión arenosa, casi desértica, se convertiría alguna vez en un paisaje verde y productivo. Esa es nuestra tierra generosa, de gente pionera, emprendedora y sacrificada, de ancestro campesino, curtida por el sol veraniego y nutrida por la lluvia invernal.
En esta segunda aventura el conquistador, aprovechando los meses de verano, parte hacia las tierras de los mapuches, parafraseando al poeta Alonso de Ercilla: de gente soberbia, gallarda y belicosa, que no ha sido por rey jamás regida. Un viaje no falto de obstáculos, pero con una misión clara, conquistar un prometedor territorio. Valdivia, aún convaleciente, inicia su expedición en andas sobre una silla, rumbo al sur. Un viaje que hoy se realiza en un par de horas, Valdivia se demoró meses, sobretodo porque sólo después de veinte días logra montar su caballo y avanzar más rápido a su objetivo.
En una carta, Valdivia le dice al Rey de España: “Pasado el río de Itata, que es cuarenta leguas de la ciudad de Santiago, y donde se acaban los límites y jurisdición della, camine: hasta treinta leguas, apartado catorce o quince de la costa, y pase un río de dos tiros de arcabuz en ancho, que iba muy lento e sesgo y daba a los estribos a los caballos, que se llama Nibequeten, que entra, en el de Biubiu cinco leguas antes de la mar; a la pasada del, mi maestre de campo desbarató hasta dos mill indios, yendo aquel día delante, y tomó dos o tres caciques.”
La experiencia de aquellos primeros españoles internados en estas nuevas tierras, sin duda fue extraordinaria, muchos perdieron el patrimonio y la vida luchando por sus ideales y el mejoramiento de los niveles de bienestar de sus familias. Cuántos quedaron descansando eternamente en este suelo arenoso, olvidados; otros, los coyunches ( grupos de mapuches denominados gente de las arenas) luchando por mantener su independencia y sus tierras, olvidados también.
ignoraba totalmente que Pedro de Valdivia exploraba estos sectores del Río Itata, que otros secretos de nuestra Historia desconocemos....
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